14 febrero 2009

fisioterapia en pediatria

MARIELA CHANTO
En la Atención Temprana el Fisioterapeuta es el profesional encargado de intervenir en el área motora gruesa, principalmente lo que concierne al aparato locomotor, pero también está capacitado para intervenir en todos aquellos aparatos o sistemas en los que pueda aportar un beneficio al bebé, como son respiratorio y digestivo.

Si nos centramos en los niñ@s con S.D., los aparatos o sistemas serían esos, el aparato locomotor, sistema respiratorio y aparato digestivo.

Teniendo en cuenta la definición del libro blanco de la Atención Temprana (A.T.), podemos añadir que el momento de comenzar a intervenir el fisioterapeuta con estos niñ@as es desde los primeros días de vida, ya que se define como “el conjunto de intervenciones, dirigidas a la población infantil de 0 a 6 años, …, que tienen por objetivo dar respuesta lo más pronto posible a las necesidades transitorias o permanentes que presentan los niños con trastornasen su desarrollo o que tienen riesgo de padecerlos. Estas intervenciones, que deben considerar la globalidad del niño, han de ser planificadas por un equipo de profesionales de orientación interdisciplinar o transdisciplinar.”

Pasemos a describir las características por las que los niños con S.D. son vulnerables a necesitar la intervención de un fisioterapeuta.

Un niño con S.D. se caracteriza por tener una alteración cromosómica en el par 21. Teniendo tres cromosomas en el lugar de dos, por eso es conocido también como trisomía 21. Dicha alteración genética da lugar a características fenótipicas, típicas en este síndrome, así como alteraciones en distintos sistemas y aparatos de su organismo.

Centrándonos en los citados anteriormente, que son en los que intervendría el fisioterapeuta, tenemos que decir que su aparato locomotor se caracteriza por tener: hipotonía, disminución de fuerza, laxitud ligamentosa, acortamiento de miembros superiores e inferiores en relación al tronco, hipermobilidad articular y alta flexibilidad. Su sistema respiratorio: vías respiratorias estrechas, lo que le provoca una dificultad a la hora de expulsar la mucosa e indirectamente riesgo de padecer enfermedades respiratorias de repetición. Por último el aparato digestivo; en este aparato no suele haber grandes alteraciones pero colaboramos en facilitar la evacuación intestinal y eliminación de gases.

Referente al aparato locomotor decir que todas esas alteraciones llevan a que el niño padezca trastornos ortopédicos en la vida adulta, así como adquisición de patrones anormales de movimiento. Un bebé con S.D. tiene dificultad a la hora de adquirir la sedestación por dos motivos principalmente: falta de fuerza y parte de una mayor inclinación del tronco para conseguir la sedestación por tener los miembros superiores más cortos. Al pasar de ésta posición a decúbito prono lo hace con los miembros inferiores en extensión y abdución, a través de una rotación interna de cadera, en lugar de pasar por la sedestación de Bobath. La puesta en bipedestación tiene el riesgo de provocar hiperextensión de rodillas y como consecuencia alteraciones de la alineación de las mismas respecto a las demás articulaciones del miembro inferior: recurvatum, genu varo o genu valgo. Es una medida de compensación a la disminución de fuerza; bloqueando las rodillas consiguen la postura que sus músculos no les permite mantener. La marcha la suelen iniciar con los pies separados y en rotación externa. De esta forma aumentan su base de sustentación, lo que le da mayor estabilidad. Todas éstas medidas compensatorias son las que le llevan a viciar patrones anormales de movimiento y a la larga, problemas ortopédicos. Someten a las articulaciones a esfuerzos y movimientos a los que no están preparadas. Todo esto se puede prevenir si desde el principio le enseñamos al bebé las herramientas para que desarrolle patrones de movimientos normales y además preparamos su organismo a que tenga la condición física adecuada para pasar a un patrón superior. Ejemplo: potenciación de miembros inferiores antes de pasar a la bipedestación. Los niños con S.D. tienen una forma peculiar de aprender. Refiriéndonos al movimiento, nuestra mejor herramienta es la propiocepción. La repetición de los movimientos tras movilizaciones pasivas, así como la corrección de posturas durante su movimiento activo, hace que el bebé interiorice los patrones de movimientos adecuados.

En lo que respecta al sistema respiratorio, tenemos la experiencia de que si practicamos con el niño “fraping” y drenaje postural, mantenemos la mucosa libre por las vías respiratorias y facilitamos su expulsión. De esta forma el riesgo a padecer enfermedades infecciosas disminuye porque no permitimos que la mucosa se quede adherida a las vías respiratorias.

Concluyendo con el aparato digestivo, decir que a través de un masaje de colon facilitamos la excreción de las heces y eliminación de los gases ya que estimulamos la movilidad intestinal. El principal objetivo de esta intervención es mantener al bebé en situación de bienestar para que pueda evolucionar acorde a las sesiones.

Sabemos que el movimiento es el primer aprendizaje del niño. En todas las escalas de psicología evolutiva se observa como los primeros ítems son casi todos referentes a la motricidad gruesa. Nos atrevemos a decir que es la base para que el niño pueda desarrollar las demás áreas (sobre todo cognitiva). El movimiento es el que permite al bebé explorar el espacio, los objetos, y además desarrollar los cinco sentidos. Todo los niños con SD son vulnerables a padecer retrasos psicomotorices, esto sumado a la forma tan peculiar que tienen de aprender hace que la intervención durante los dos primeros años de vida sea imprescindible, ya que es la edad en la que las principales conexiones neuronales se están realizando. Es la edad en la que la plasticidad del cerebro es mayor.

Todo esto indica que el fisioterapeuta debe ser un profesional más dentro del equipo interdisciplinar o transdisciplinar que lleve a la práctica la intervención temprana.


UN MODELO PRÁCTICO:

El fisioterapeuta es el encargado de llevar a cabo los siguientes programas:

- Atención Temprana
- Fisioterapia
- Talleres de psicomotricidad.


Aunque el tema expuesto es el papel del fisioterapeuta en Atención Temprana, en este modelo práctico exponemos los programas que dicho profesional lleva a cabo, intentándole dar una continuidad al servicio de Atención Temprana.

A continuación exponemos una breve reflexión junto con mapas conceptuales donde queda reflejado el contenido de cada programa.

¿Por qué la fisioterapia? Después de haberlo detallado anteriormente podemos decir a grandes rasgos que la fisioterapia es necesaria por las características genéticas que influyen en el aparato locomotor, porque creemos que es mejor EDUCAR que REEDUCAR (enseñar los patrones de movimientos correctos antes de corregir los anormales) y porque el desarrollo motor es la base para el desarrollo de las demás áreas. ¿Y si no interviniera? Favorecería la adquisición de patrones anormales, dificultaría el desarrollo cognitivo y con el tiempo, dificultaría una correcta adaptación social.

conociendo la fisioterapia


MARIELA CHANTO
Puede definirse como la ciencia del tratamiento y la curación de dolencias por medio de
agentes físicos tales como el frío, calor, agua, aire, electricidad y masaje. Sin embargo la
fisioterapia no puede limitarse a un conjunto de técnicas; exige un conocimiento profundo del
cuerpo humano.
Por ello los fisioterapeutas son los profesionales mejor cualificados para obtener el máximo de
eficacia en sus tratamientos, en colaboración con el médico especialista, y mejorar el estado de
salud.
¿PARA QUÉ SIRVE?
Sirve para mejorar el estado general de una persona en todos los aspectos: físico,
psicológico y social. Los tratamientos que se desarrollan abarcan todas las áreas del cuerpo
humano y en todas las edades, solucionando problemas de tipo:
• TRAUMATOLÓGICO:
Lesiones del aparato locomotor, ya sean músculos, articulaciones, huesos, ligamentos, meniscos,
tendones, etc.
• ORTOPÉDICO:
Defectos de posición, anomalías de la columna, deformaciones del crecimiento, prótesis, etc.
• NEUROLÓGICO:
Parkinson, equilibrio, vértigos, hemiplejia, parálisis, epilepsia, poliomielitis, cefaleas y neuralgias,
etc.
• REUMATOLÓGICO:
Artritis inflamatorias o infecciosas, artrosis degenerativas, fibromialgia, osteoporosis, túnel
carpiano, polimiositis, calambres, etc.
• CARDIOVASCULAR:
Cardiopatías, aterosclerosis, embolia, varices, flebitis, linfoedema, isquemia, ACV, etc.
• RESPIRATORIO:
Vegetaciones, bronquitis, asma, enfisema, neumonía, tuberculosis, insuficiencia respiratoria, etc.
• PSICOSOMÁTICO:
Estrés, ansiedad, insomnio, demencias, neurosis, etc.
• DERMATOLÓGICO:
Cicatrices, injertos, estrías, celulitis, quemaduras, eccemas, psoriasis, escaras, etc.
• OTROS CAMPOS:
Atención a encamados, geriatría, infantil, neonatos, pre y post parto, ginecología, aparato
digestivo, diabetes, obesidad, anemias, incontinencia, oncología, amputados, reanimación,
cuidados intensivos (UCI), cirugía estética, etc.